viernes, 5 de febrero de 2016

¿Matarías por piedad? Posturas sobre la eutanasia en Colombia


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Hace 18 años, la Corte Constitucional buscaba de manera legal y jurídica la eutanasia. En ese momento se le llamó homicidio por piedad, en la que un médico realizaba este procedimiento por consideración del paciente que estaba a punto de morir por alguna enfermedad. 

Se puso de piedad porque era el mismo paciente que lo solicitaba pero mantenía el denominativo de homicidio porque no estaba reglamentado ni era legal. Es decir que era considerado un delito, pero no se había juzgado a alguna persona

Con las crecientes voces de protesta para que en Colombia haya un marco legal que defina esta práctica, la Corte ha vuelto a solicitar al Congreso que regule mediante una ley la Eutanasia.

Hace poco, se llevó a cabo la primera eutanasia legal en el país. Se debió gracias a una acción de tutela presentada por la abogada Adriana González que defendió los derechos y dignidad de Ovidio González, padre del famoso caricaturista Matador. 

Según sus mismas palabras, “el dolor y el sufrimiento incurables son el punto de partida de la eutanasia como ejemplo del homicidio por piedad. En este caso, el médico asume una posición de bienhechor del paciente, al comprender su sufrimiento, puesto que ningún recurso de los avances médicos logra curar sus graves padecimientos.”  

Desde este punto de vista, esta práctica más que ser un acto criminal, corresponde más bien a un recurso de humanidad por parte del médico.

La Acción de Tutela que ella interpuso tuvo como base el sufrimiento vivido por el señor Ovidio en vida y por el cual él estaba solicitando con urgencia un clamor de piedad para dejar de sufrir. El fallo le salió favorable y por ende se hizo la primera eutanasia en el país.  Aunque en Colombia todavía hay cientos de casos similares, las clínicas y centros hospitalarios no pueden realizar este procedimiento porque todavía se considera ilegal.

El argumento válido por el cual salió victoriosa de esta situación legal fue considerar que la vida del paciente se encontraba en un tormento diario. 

Sus palabras lo confirman “El estado de enfermedad ya no le permitía un tratamiento médico distinto al paliativo y el disfrute de la vida; era una enfermedad terminal, sin discusión alguna. El paciente no concebía una vida digna en las condiciones en las que estaba y las que tendría que enfrentar con el avance galopante de su enfermedad.”

Ella por haber estado al frente de esta Acción de Tutela ha recibido fuertes críticas de la Iglesia Católica y del Procurador General. Pero ella afirma que seguirá adelante, defendiendo los derechos a una muerte digna, sin prejuicios morales y religiosos.   

¿Qué opinas sobre la eutanasia en Colombia?

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